miércoles, 9 de julio de 2014

LA FAMILIA


1.  CONCEPTO.
De una manera general llamamos familia al grupo de personas unidas por el matrimonio, parentesco o afinidad, las cuales generan derechos y obligaciones sancionadas por la ley.
Esta concepción hace que se reconozca a la familia como la célula social, económica y jurídica básica de la sociedad.
ü Se dice que la familia está unida por el matrimonio, por cuanto significa la unión de un varón y una mujer, sancionados por la autoridad civil o religiosa.
ü Se alude al parentesco, porque la familia incluye, además de los hijos, a las personas que, consanguíneamente en línea directa (ascendente o descendente) y colateral, se encuentran vinculadas entre sí. Son familiares en línea ascendente los abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y, en línea descendente lo son los nietos, bisnietos, tataranietos. En línea colateral son los primos, tíos, sobrinos.
ü La afinidad familiar está dada por los parientes del varón y de la mujer, los suegros, cuñados, yernos, nueras, hijos adoptivos, etc.
El recinto donde la familia se desenvuelve y desarrolla sus actividades materiales (alimentación, vestido, vivienda) y espirituales (amor, sentimientos, voluntad, etc.), es el hogar.

2.  EVOLUCIÓN HISTÓRICA.
La familia como institución importante en la humanidad ha debido pasar por un desarrollo histórico hasta llegar a la concepción que, actualmente, tenemos de ella. Así, las formas familiares más comunes fueron:
a)   El Clan.- Es el grupo de familias descendientes de un antepasado común. Se caracteriza por férreos lazos de unión entre todos sus miembros que, difícilmente, admiten el ingreso de otros grupos al seno familiar. En sus comienzos fue la madre la que influenciaba enormemente, en las decisiones del clan, pero, después, fue el padre y, a menudo lo es el consejo de familia.
b)   La Tribu.- Es el conjunto de individuos vinculados consanguíneamente, por tradición, modos de vida y costumbres, que habitan y desarrollan su actividad en un lugar determinado y que obedecen a la autoridad de un jefe. Antiguamente eran grupos nómades, en la actualidad existen en la selva amazónica, África, Polinesia, Asia meridional, etc. y tienen carácter sedentario.
c)   Patriarcado.- Fue una forma familiar que se desarrolló en la antigüedad medio – oriental, donde el varón es el absoluto amo y señor del hogar; la mujer se coloca bajo la autoridad del marido, el cual para asegurar su paternidad y fidelidad, inventa castigos muy fuertes que se practicaron en el antiguo Israel, Asiria, Babilonia, India y China.
d)   La Familia Medieval.- Constituye una organización socio-económica que en círculo cerrado tendía a bastarse a sí misma. La madre y esposa representaba un elemento muy útil dentro de la industria artesanal a la que se dedicaban, los hijos continuaban, generalmente, los trabajos de sus padres. Al influjo del cristianismo se suavizó la autoridad despótica de padre, y al decretar la indisolubilidad del matrimonio, la iglesia colocó a la mujer en un lugar de verdadera dignidad.
e)   La Familia en la Modernidad.- En la actualidad a la familia se le considera un núcleo natural, económico y jurídico.
ü Natural, por cuanto la familia es considerada en su raíz biológica, que surge como consecuencia de los instintos genéticos del ser humano, traducidos en sentimientos de amor y de profunda espiritualidad.
ü Económico, puesto que la familia determina la necesidad de poseer un patrimonio en común y, además, satisfacer las necesidades de los hijos, expresados en la alimentación, vestido, vivienda y otras derivadas de su desarrollo socio – cultural.
ü Jurídico, ya que se considera a la familia como una institución, susceptible de derechos y obligaciones, dando así forma al Derecho de Familia.

3.  ESTRUCTURA.
Lo básico y fundamental en la familia es la consanguinidad (vinculo de sangre), la unión espiritual que se profesan sus miembros y los deberes y obligaciones que tienen quienes la integran. Por ello, la estructura familiar está dada por los tipos o composición de la familia. Así:
a.   Familia nuclear, es la que está formada, únicamente, por padres e hijos.
b.   Familia extensa, la que además de padres e hijos, habitan conjuntamente los abuelos, tíos, primos, etc.
c.   Familia incompleta, cuando dentro del grupo familiar falta uno de los progenitores, padre o madre.
d.   Familia reconstruida, podría denominarse, también, recompuesta. Es la que está formada por esposos e hijos de anteriores matrimonios.
e.   Familia adoptiva, cuando los padres han adoptado, libremente, a un hijo.

4.  DINAMICA FAMILIAR (CARÁCTER DE LA FAMILIA).
Dinámica es movimiento, sentido de organización y forma como se desarrollan las actividades. Si aplicamos esto a la familia estaremos viendo y analizando la forma y manera cómo se desenvuelven las familias dentro del contexto social, sea bajo la férrea autoridad del padre, de la libertad con que cada miembro se comporta en ella, o de común acuerdo para el cumplimiento de cada uno de los integrantes familiares. Esto nos da el carácter que asume cada grupo familiar. Así:
ü Dictatorial o impositiva, cuando el padre es el que impone el modelo de conducta a seguir tanto a la esposa como a los hijos. Esto sin tomar en cuenta las aspiraciones, sentimientos, conducta y voluntad de los miembros de la familia. Él es quien manda, dirige y ordena; nada se hace sin su consentimiento. Lógicamente, el grupo (madre, hijos) más actúan por temor. Así el niño se ve disminuido, se vuelve tímido, retraído, no tiene iniciativa. Con la educación y difusión actual, sobre la paternidad responsable, esto, ya no cobra mayor vigencia, a lo que se agregan los organismos jurisdiccionales que velan por la integridad y salud física y mental de los miembros de la familia.
ü Permisivo o complaciente, que en el fondo viene a ser todo lo contrario a lo anterior. Aquí los padres observan una actitud tolerante. Complacen a los hijos; no establecen normas ni reglas de disciplina, de orden. Como se dice: “se dejan llevar por los hijos”, hasta tienen temor de llamarles la atención. Evidentemente esto no puede ser así puesto que, en esta forma los hijos crecen engreídos, caprichosos, no cumplen con sus deberes, solo saben exigir cada vez más, son impositivos, autoritarios y muy propensos a la delincuencia juvenil, a la drogadicción, cosas que hay que evitar.
ü Liberal o democrática, aquí la familia comparte deberes y responsabilidades de común acuerdo. Si bien es cierto que la autoridad es ejercida por el padre y la madre, esta autoridad no es impositiva ni complaciente, es producto del sano entendimiento con los hijos a los que se les valora en sus inquietudes y sentimientos. Se les corrige en la medida en que, también, se les apoya; el sentido de la cooperación se da en todo momento en el seno de la familia. Cada uno tiene su responsabilidad de acuerdo a su capacidad y a la edad que tiene.
En este sentido la familia democrática realiza los fines para los cuales se ha constituido el grupo. Las órdenes se dan con firmeza, pero, igualmente se retribuye con cariño; se inculcan valores, como el respeto, la solidaridad, la justicia, etc., que están en función a lo que se da en la colectividad. El padre y la madre dan ejemplo en el trabajo incentivando, con ello, a los hijos; se asumen responsabilidades, se busca el cuidado de la salud y, sobre todo, se cultiva el sentimiento del amor y el vínculo fraterno en todo el grupo familiar. Es un tipo de familia al que todos debemos de apuntar para constituir, sólidamente, este núcleo de la sociedad.

5.  FUNCIÓN DE LA FAMILIA.
La familia tiene las siguientes funciones:
1)   Función económica. El objetivo de la familia es procurar el bienestar, esto se hace en base al trabajo que proporciona lo necesario para satisfacer necesidades primordiales como son la alimentación, vestido, vivienda, salud, educación y recreación. En el trabajo y en la acumulación de medios económicos intervienen no sólo los padres, sino, también, los hijos de acuerdo a su edad y capacidad quienes en conjunto, harán el bienestar familiar.
2)   Función afectiva. Los sentimientos afectivos, el amor, afecto, seguridad, ternura que se brindan a los hijos, constituyen pilares fundamentales en la marcha y sólida estructuración del hogar familiar. Sin ello, por más base económica que se tenga, el grupo familiar no saldrá adelante. Allí radica el éxito en la educación y formación de la personalidad del niño y del adolescente con el cultivo de valores y el respaldo afectivo de los miembros de la comunidad familiar.
3)   Función socializadora. El ser humano es un ser social por excelencia. Esta socialización empieza en la familia; allí se dan los primeros lineamientos para la posterior actuación de solidaridad, de justicia, el cultivo de habilidades y destrezas que serán puestas al servicio y en bien de la colectividad. La familia en si ya es una célula social, como ha quedado establecido, y su acción socializante no es sino la proyección que hace a la colectividad.
4)   Función reproductora. Misión fundamental de la familia es el de procrear, es decir, traer hijos para asegurar la continuidad de la especie humana. Pero no traer ni tener hijos para dejarlos en el abandono, sin asistencia; esto debe ser convenientemente planificado, de tal manera que al venir los hijos éstos gocen del cuidado de los padres, quienes habrán de otorgar la asistencia necesaria al recién nacido y prodigarle todo tipo de atenciones para asegurar su supervivencia y lograr su total desarrollo e incorporación al seno de la sociedad.
5)   Función recreativa. Recreación es distracción y ello forma parte de la vida familiar. Esto debe ser estimulado por los padres proporcionando a los hijos los momentos necesarios a fin de que se distraigan con sus juegos que, en los primeros años, forma parte de su desenvolvimiento cotidiano. Más adelante, los padres dispondrán de días, periodos o momentos para la recreación conjunta del grupo familiar. Así, se estimulará, además, el sentido de comunicación, se brindará mayor afecto y se descubrirán destrezas, inquietudes y habilidades en los hijos que, oportunamente, serán estimuladas para desarrollarlas a plenitud. La recreación proporciona equilibrio emocional al núcleo familiar.

6.  IMPORTANCIA DE VIVIR EN FAMILIA.
La familia es la base de la sociedad, las personas no pueden vivir al margen de la sociedad. En consecuencia, la importancia de la familia es remarcable para poder desenvolvernos adecuadamente dentro de este contexto.
Señalamos algunos puntos de esta importancia:
C  Promueve el espíritu de trabajo al conseguir los medios físicos para la satisfacción de necesidades de orden físico como alimentación, vestido y vivienda.
C  Promueve, igualmente, el desarrollo de imágenes afectivas como el amor, ternura, seguridad, estímulo. En igual forma sienta las bases para el desarrollo social con la educación, recreación, cooperación.
C  Otorga un lugar, recinto, domicilio o ambiente familiar que nos identifica dentro del contexto social.
C  Nos permite compartir ideales, valores, inquietudes, etc., con los demás miembros de la familia.
C  Aprendemos a convivir y a desarrollar actos de socialización al compartir problemas, inquietudes, esfuerzos y trabajo con los demás miembros del grupo.
C  Aprendemos a comunicarnos y a entablar diálogo al expresar lo que sentimos, queremos y pensamos, al tiempo que, también, recepcionamos lo de los demás miembros familiares.
C  Nos permite recibir, dar y sentir la comunicación espiritual de todos los miembros del grupo para llevar la imagen de la familia donde quiera que nos encontremos.

7.  LA FAMILIA  COMO UNIDAD BÁSICA DE LA COMUNIDAD.
a)   La Comunidad.- Es el conjunto de pobladores que viven en una determinada área geográfica, unidos por vínculos y propósitos comunes, con tendencia a lograr su desarrollo y bienestar. Estos pobladores están agrupados en familias por lo que – como hemos anotado anteriormente – se considera a la familia como la unidad básica de la comunidad y de la sociedad.
A partir de la familia el ser humano se socializa, esto es, empieza a practicar una serie de interrelaciones con sus semejantes; rompe y quiebra su aislamiento para vincularse con los demás en procura de satisfacer, material y espiritualmente, lo que de manera individual le sería difícil e imposible de conseguir. Por ello, pues, el binomio familia – comunidad, marca el comienzo del proceso de la socialización humana, de modo que aprendiendo a vivir en familia, aprendemos a vivir en comunidad y todos, en conjunto, a realizarnos convivencialmente dentro del contexto social.
b)   Rol de la Familia.- Rol es el papel o función que cumple o cumplen los miembros de una sociedad, sea como integrantes del grupo familiar o como elementos de la comunidad.
*    Rol de los miembros de la familia.
ü El papá conduce el hogar ejerciendo su autoridad paternal ante los demás. Es el encargado de velar por el sostenimiento del grupo mediante su trabajo y esfuerzo, en procura de agenciarse los medios económicos para cubrir la satisfacción de las necesidades hogareñas. Representa al hogar y a la familia en la vida civil.
ü La mamá es la fiel y eficaz compañera del padre. También ejerce autoridad y se constituye el valioso elemento, mediante su trabajo, para ayudar económicamente a la familia. Ella es la responsable de la marcha del hogar a través de las tareas domesticas, del cuidado de los hijos, de común acuerdo con el padre. No es, como muchos creen y consideran, “la sombra del marido”. Hoy, ese criterio ha superado, para otorgarnos a una madre participacionista que, junto al espeso comparte las vicisitudes, anhelos e inquietudes del hogar familiar.
ü Los hijos, dentro del hogar, participan en su desarrollo de acuerdo a su edad, sea como estudiantes o trabajadores. En todo caso, ayudan en las tareas hogareñas y, si el caso lo requiere, trabajan, en la medida de sus posibilidades, para contribuir al sostenimiento de la familia.
*    Rol de la familia dentro de la comunidad.
Toda familia integra una comunidad; toda comunidad está integrada por familias. De allí, pues, que el rol fundamental de la familia en la comunidad es integradora y participacionista.
ü Es integrador, por cuanto el grupo familiar se asimila, o debe asimilarse, al contexto social que representa la comunidad. No se concibe a familias aisladas y marginadas de ese contexto. Precisamente, de la férrea integración de familias en comunidad, depende la forma como puedan encarar y resolver los problemas comunes que afrontan. El mundo en que vivimos es un mundo socializante en donde los grupos determinan la marcha y el cambio social, en procura de un mayor bienestar, con destierro del hambre y la miseria, para otorgarnos, en definitiva, a una sociedad justa, fraterna y solidaria.
ü Es participacionista, puesto que ningún grupo familiar puede eximirse de intervenir en lo que la comunidad plantea o fija como objetivos para conseguir el progreso y desarrollo. La familia participa comunalmente, espiritual y materialmente, mediante la presencia de los padres o de los hijos. De la actividad y participación de los grupos familiares depende que ellos logren su superación y consoliden su integración. No se puede dejar que otros planifiquen o hagan y, luego, nosotros participar de sus beneficios. Los fines comunes, los logros comunes deben ser el resultado de la participación de los grupos familiares a través de sus miembros. Solo así se podrá alcanzar el desarrollo de la comunidad en el área que habita y proyectarla a otras áreas de la comunidad nacional.

8.  PRACTICA DE VALORES EN LA FAMILIA.
Entendemos por valor a la cualidad espiritual de las personas que le permitan realizar actos que lo enaltecen o dignifican dentro del contexto social. Es, también, una cualidad suprema de arrojo para afrontar determinadas circunstancias. Nos referimos a lo primero.
En este sentido, la familia desenvuelve un conjunto de valores, o virtudes morales, que son los que cohesionan y consolidan al grupo. Ello hace que la vida familiar sea estable, armoniosa y grata, puesto que cada uno de sus miembros se ve retribuido por los demás en el valor que cultiva y otorga.
Por esta circunstancia, en el seno del hogar se deben compartir los siguientes valores:
a.   El amor.
El amor es el afecto que se otorga a otras personas. Es fundamentalmente dentro de la familia, sobre todo el amor conyugal de los padres y de los hijos. Cuando él existe, todo se construye, sin él todo se destruye.
b.   El respeto.
El respeto es la veneración, acatamiento y consideración que tenemos hacia los demás. Dentro de la familia todos se deben respeto porque marca el principio de la obediencia.
Respetar es, también, aceptar a las personas en su modo de ser y eso es lo que debe predominar en el seno familiar para hacer de ello una vida llevadera y armoniosa.
c.   La obediencia.
Obedecer es cumplir la voluntad del que manda y ordena. En el caso de la familia es un valor unido al respeto, que se traduce en hacer y realizar lo que los padres determinan para el bien de los hijos. Esto, a su vez, está en la obligación de acatar y llevar adelante estas disposiciones que, en definitiva, redundarán en beneficio familiar. Lo contrario es caer en desobediencia, signo negativo que va contra la autoridad paternal y que significa la quiebra de la unidad hogareña.


d.   La integración.
Integración viene de integrar, es decir, formar parte de un todo. La familia es un todo integrado por sus miembros: padre, madre, hijos. Todos se sienten unidos entre sí; nadie queda al margen ni nadie debe sentirse marginado, mucho menos no se debe marginar a ningún miembro. La integración proporciona consistencia y solidez al grupo y esto le permite efectuar realizaciones, cumplir con fines y propósitos que se persiguen para el desarrollo familiar.
e.   La solidaridad.
La solidaridad es el valor que nos lleva al cultivo de la asistencia y de la ayuda mutua, al desarrollo del sentimiento de compañerismo y hermandad; a hacer como nuestros los problemas e inquietudes de los demás.
En la familia todos somos solidarios, nos identificamos y participamos en común de lo que logramos o de lo que queremos; de todo lo que nos acontece. Participamos, solidariamente, de las alegrías y tristezas familiares. Nos ayudamos mutuamente a conseguir lo que, individual o colectivamente, nos proponemos. Gracias a la solidaridad la familia logra mayor cohesión y materializa una férrea unión.
f.    La responsabilidad.
Es el acto valorativo por el cual asumimos el compromiso ante un hecho ya realizado o por realizarse. Ser responsable significa cumplir con lo que nos hemos propuesto y reconocer los actos que hubiéramos efectuado.
La responsabilidad es asumir el compromiso para realizar o no un hecho, o cumplir con lo que se ha propuesto o reconocer actos efectuados. En la familia cada miembro es responsable de las tareas que se le encomiendan, sean los padres con el mantenimiento y los hijos con la colaboración.
g.   El diálogo.
El dialogo es la comunicación que todos los miembros de la familia deben tener a fin de comunicar sus problemas, propósitos y objetivos y buscar una solución en común.
Es un valor eminentemente comunicativo. A través de él los cónyuges muestran sus problemas e inquietudes hacen partícipe a la pareja de lo que, individualmente, les acontece a fin de lograr una solución en conjunto.

9.  VINCULO DE LA FAMILIA CON LA COMUNIDAD E INTERACCIONES CON LAS INSTITUCIONES SOCIALES.

A.  Familia y comunidad.
Hemos señalado ya a la comunidad como el conjunto de pobladores agrupados en familias que habitan y desarrollan sus actividades en determinada área geográfica con el propósito de lograr su desarrollo y bienestar. Igualmente se ha establecido que la familia constituye la célula básica de la comunidad.
Entre familia y comunidad existen estrechos vínculos, ya que esta última está integrada por familias. Existe una reciprocidad puesto que la familia otorga a los miembros que trabajan y colaboran y la comunidad otorga el entorno en el que se habrán de desarrollar los miembros familiares.

B.  Interrelaciones con instituciones sociales.
Las instituciones de la comunidad con los que, generalmente, se relaciona la familia son:
1)  El municipio.
La familia se relaciona con el municipio ya que allí se producen los matrimonios civiles, se llevan los libros de nacimiento, matrimoniales y defunciones. Además, el municipio es el encargado del gobierno local.
2)  La escuela.
La familia también se relaciona con la escuela ya que ella es la continuación de la educación que empieza en el hogar. Allí se da la educación formal, se modela la personalidad del alumno y se establecen los lineamientos de obediencia y disciplina.
3)  La parroquia.
Con la parroquia existen vínculos ya que esta institución, además de propagar la fe, se encarga de obras de bien social y del cultivo de la práctica de la moral y las buenas costumbres.
4)  La policía.

La policía vela por el mantenimiento del orden público y regula las relaciones de las personas en la comunidad. Por ello el vínculo con la familia es estrecho y fundamental y hay que ver en esta institución al elemento que nos proporciona seguridad para desarrollarnos. Además efectúa acciones de recreación y distracción para niños y jóvenes.

Bibliografía:
ü Castillo Morales, Juan: “Familia y Civismo”, Editorial; QUEBECOR WORLD PERÚ S.A., Lima – Perú.

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