martes, 11 de junio de 2013

ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LOS INCAS.


LA DIARQUÍA.- El sistema de gobierno diárquico supone la existencia de dos gobernantes que ostentan el mando a la vez. Estudiosos del pasado incaico, basándose en las crónicas y en la documentación local que muestran la existencia de una dualidad en la autoridad, sostienen que posiblemente ésa fue la forma de gobierno que tuvo el Tahuantinsuyo. María Rostworowski, partiendo de su estudio sobre los curacazgos de La Paz, Capachica y Lima, donde encuentra que el poder era compartido entre los curacas de hanan y urin acompañado cada uno por un ayudante, plantea que uno de los curacas principales ejercía el poder y era considerado como el jefe del grupo étnico. Y propone que esta estructura dual se conservó con la creación del estado inca.
El Estado Inca fue expansionista e imperial, aristocrático y centralista, con fundamentos militares y teocráticos.
I.- AUTORIDADES CENTRALES.
EL INCA.- Las crónicas identifican al inca como el gobernante supremo, a semejanza de los reyes europeos. Sin embargo, como se señala líneas arriba, se piensa que el poder fue compartido y que el acceso a éste no tenía que ver con la herencia al hijo mayor, sino con la elección del mejor de los candidatos al cargo. Las aptitudes físicas y morales del pretendiente eran sometidas a rigurosas pruebas, cuya superación se interpretaba como una designación divina. Tales pruebas iban acompañadas de un complejo ritual a través del cual el Sol nominaba a quien debía asumir el cargo de inca. En esta selección participaba no sólo el inca saliente sino las panacas y los sacerdotes. Aunque esto no disminuía los enfrentamientos y rivalidades entre las panacas por la búsqueda del poder.
FUNCIONARIOS.- A la par que crecía el Tahuantinsuyo se fue haciendo cada vez mayor el número de funcionarios encargados de la administración del territorio. Como es de suponer, los cargos de mayor responsabilidad y jerarquía estuvieron en manos de los parientes del inca y de aquellos asimilados a la elite (incas de privilegio). Estos funcionarios realizaron múltiples tareas como controlar los ingresos del estado, velar por el correcto almacenamiento de los bienes acumulados, organizar la fuerza de trabajo exigida a los curacas, además de saber cuánta gente podía ser levada en cada región para la formación de los ejércitos. Los administradores debían ordenar la construcción de rutas, puentes, tambos y centros administrativos. Estos funcionarios, al ser reconocidos como representantes del inca, gozaban de inmensa autoridad y prestigio.
  1. El Sapa Inca.-El sapa inca era considerado el supremo señor del mundo andino, máxima autoridad política, hijo del Inti e intermediario entre él y los hombres, lo que lo convertía en un personaje divino. Este heredaba el poder a su hijo más capaz, llamado auqui. El poder del Sapa Inca era como de un rey o soberano despótico esclavista. Según la historia tradicional, los incas fueron catorce, y conformaban una relación histórica denominada capaccuna, la cual estaba dividida en dinastías: Urín Qosqo y Hanan Qosqo.
  2. El Tahuantinsuyo Camachic o Consejo Imperial del Cosco.- Órgano de asesoría política del Sapa Inca, formado por representantes de los cuatro suyos (Apocunas o jefes), uno de cada suyo; doce Consejeros de los grupos Hanan y Urín: cuatro para los grandes suyos, (Collasuyo y Chinchaysuyo) y dos para los pequeños (Contisuyo y Antisuyo). También podían ser convocados como asesores los Apuquispay o jefes militares y los Quipucamayoq, para que informen sobre cuestiones bélicas o de contabilidad, respectivamente.
  3. Los Apunchik.- Fueron autoridad político – militar judicial designados por el Sapan Inca para administrar una provincia o wamani, controlando, así, la producción y el régimen tributario en defensa de los intereses estatales: persiguieron los delitos mayores y organizaron los empadronamientos de personas y tierras. Todo lo actuado por ellos debía ser transmitido al Suyuyoc Apu correspondiente.
  4. Los Tucuy Ricoq.- Eran inspectores de la nobleza cusqueña en los huamanis y ayllus, para ejercer el control eficaz de las fuerzas productivas y controlar, también, a las autoridades locales en beneficio del Estado. Su jerarquía autónoma y plenipotenciario lo facultaba para aplicar sanciones penales (Taripa) e incluso, para decidir concubinatos y matrimonios (warmiqoqo). Era una autoridad de confianza del Sapa Inca.
  5. Las Autoridades al Interior del Ayllu.
    • Los Curacas: Eran los jefes de cada ayllu, quienes servían de intermediarios entre el Estado Inca y las etnias, para asegurar la producción y la disposición de la mano de obra de los hatunrunas en la mita. Gozaban de multiples beneficios, en especial los Hatún Curaca (señores de toda una nación), cuyos hijos eran educados en el Yachaywasi junto con la nobleza del Cusco; pero debían mostrar subordinación total del Estado.
    • Los Pureq o Puriq: Eran los jefes de cada familia, y responsables de asegurar el trabajo comunal de la familia.
    • Collanas o Sinchis: Eran los asistentes del curaca en las faenas agrícolas y militares, respectivamente, según turno. Los sinchis eran guerreros jóvenes que asumían la administración de su comunidad cuando era necesario como, por ejemplo, en momentos de guerra.

LOS CURACAS.- Los curacas eran los jefes étnicos tradicionales entre cuyas funciones se encontraba la administración de los bienes comunales (sapsi) y el control de la energía humana empleada con finalidad redistributiva. Fueron mantenidos en sus posiciones de responsabilidad por el Tahuantinsuyo, con la intención de utilizarlos en una especie de “gobierno indirecto”. El poder del curaca se sustentaba en su capacidad para organizar a la población en una serie de tareas que iban desde la obtención de recursos en áreas lejanas o ecologías diferentes, hasta la construcción de caminos y limpieza de las acequias. La población no entregaba de lo que producía para su uso; lo que el curaca recibía era energía humana para hacer cosas específicas. Los miembros de la comunidad destinados a trabajar en las colonias proporcionaban al grupo los recursos necesarios para el consumo ritual, así como un excedente destinado a la redistribución ejercida por el curaca entre sus sujetos o con los señores vecinos.
EJÉRCITO.- El ejército fue una institución muy importante cuya principal tarea fue la conquista de nuevos territorios para anexarlos al Tahuantinsuyo, aunque también tuvo un rol destacado en mantener bajo el dominio del Cuzco a los grupos étnicos recientemente conquistados y en evitar cualquier tipo de incursión de pueblos fronterizos. En los documentos y crónicas se encuentran referencias a que el mando del ejército inca era dual, es decir, a la cabeza estaban dos jefes representantes de las mitades hanan y urin.
Asimismo los cronistas mencionan que siempre eran tres los ejércitos que tomaban parte en una batalla. María Rostworowski señala la posibilidad de que la formación de tres ejércitos se refiera a la división panandina de collana, payan y collao, que correspondía a una ideología religiosa y social. No sólo los incas tuvieron esta forma de organizar a sus efectivos, pues los chancas habían utilizado el mismo sistema para repartir sus tropas. Los altos mandos del ejército conformaron cuadros permanentes que estuvieron en manos de miembros de los linajes incas, incluyendo al inca y sus parientes más cercanos, quienes se ubicaban en los puestos de comando. La formación de los miembros de la elite tenía un fuerte componente militar, sus ceremonias de iniciación concedían mucha atención a las aptitudes militares y resistencia física, así como a su capacidad para fabricar sus propias armas, ojotas y otros pertrechos. Sólo aquellos que mostraban tener condiciones para la guerra se convertían en auca camayoc, en guerreros.