martes, 6 de agosto de 2024
BATALLA DE JUNIN.
Un 6 de agosto, es una fecha muy importante para el Perú, por que el año 1824, un día como este, se libró la batalla entre ejército español y las fuerzas patriotas en las pampas de Junín, con el triunfo victorioso para las fuerzas patriotas, que daba así un paso gigantesco en el camino hacia la libertad de nuestro país.
La independencia proclamada solemnemente el 28 de julio de 1821, no nos liberó del todo de los españoles, estos bajo el mando del Virrey La Serna se habían replegado en el Alto Perú y en la Sierra Central.
El protector del Perú, General José de San Martin, no logró liberar definitivamente al Perú del dominio español y decide abandonar al país, renunciando a su cargo ante el primer congreso constituyente, en setiembre de 1822.
Después de este hecho y transcurrido cerca de un año, la situación de nuestro país no había mejorado, mas por el contrario se generó crisis teniendo dos presidentes: Torre Tagle en Lima y Riva Agüero en Trujillo; frente a este problema el Congreso del Perú, en febrero de 1824 nombró a Simón Bolívar como dictador del Perú, y con este cargo se prepara para luchar contra los españoles y lograr la libertad, encomendando al General Antonio José de Sucre, el reconocimiento de sierra.
Bolívar contaba con aproximadamente con 10 000 hombres distribuidos en:
• Primera división Colombiana, conformado por los batallones Vargas, Vencedores y Rifles.
• Segunda división Colombiana, conformada por los batallones Bogotá, Voltigeros, Pichincha y Caracas.
• División peruana conformada por cuatro batallones.
• División de caballería, conformado por los siguientes regimientos:
1. Granaderos de Colombia.
2. Granaderos de los Andes, y
3. Húsares de Junín.
• Artillería peruana con 6 unidades.
• Partida de montoneros.
Los españoles eran superiores tanto en número de soldados y armamento, pues llegaban a 18 000, comandados por: José de Canterác, Valdez y Olañete, trasladaron al Valle del Mantaro, Cusco y Alto Perú.
Las fuerzas patriotas iniciaron el ataque, desplazándose al Callejón de Huaylas, Pasco y Raneas, a donde llegaron el 01 de agosto de 1824. Enterado Canterác de las acciones de Bolívar salió a su encuentro el 5 de agosto. A las 18:00 horas del 06 de agosto de 1824 se produce el enfrentamiento en las pampas de Junín y el ataque por retaguardia de los Húsares del Perú permitió lograr el triunfo y en honor a los héroes luego se denominó Húsares de Junín.
Hoy rendimos homenaje a esos valerosos soldados que supieron defender la patria con coraje, valentía, honor, disciplina y con humildad para la lograr la victoria.
viernes, 7 de junio de 2024
BATALLA DE ARICA.
Durante el siglo XIX, uno de los acontecimientos más resaltantes para nuestra patria fue la guerra librada con chile, la cual fue denominada guerra del pacífico.
El 7 de junio de 1880 es la página más lúgubre en la sangrienta Guerra del Pacífico. Allí se demostró el valor del peruano cuando trata de poner a salvo el honor nacional. El Perú vivía un ambiente de tranquilidad con los países vecinos. No nos imaginamos cómo, desde hacia 10 años, los chilenos vigilaban cautelosos nuestro desenvolvimiento para sorprendernos una declaratoria de guerra: la ambición de nuestros contrincantes crecía para adueñarse de las salitreras de Tarapacá y Antofagasta.
Nuestra marina, después de los cruentos combates de Iquique y Angamos estuvo aniquilada. Los chilenos dueños del mar, ocuparon Pisagua, el 2 de noviembre de 1879. Avanzaron a Tarapacá y perdieron en la lucha ante nuestras compatriotas. No contentos con la perdida siguieron en plan de ataque hacia Tacna. En el Alto de la Alianza lograron desbaratarnos. Desde entonces salíamos en la batalla no a vencer sino a morir con altivez y dignidad en resguardo de la integridad territorial. Los enemigos sabían de la débil guarnición que defendía Arica, incursionaron, mientras Bolognesi y los suyos fortificaban la plaza.
El 5 de junio se sucedieron las primeras hostilidades. El rugir de las balas eran continuas, el 6 enmudeció. El regimiento chileno avanzaba hacia la Plaza. El mayor Juan de la Cruz Salvo pedía nuestra rendición, en los siguientes términos: el general en jefe del ejército chileno, deseoso de evitar un inútil derramamiento de sangre y después de haber vencido al grueso del ejercito aliado, me envía a pedir la rendición de esta plaza, cuyos recursos en hombres, víveres y municiones conocemos. Ellos hacían alarde de su superioridad numérica: 7000 soldados, con 400 cañones. Los nuestros 1600, al mando del coronel Bolognesi, con 20 cañones, estaban resueltos a defender con su vida cada trazo del suelo patrio. La proporción de 4 a 1 era grave.
Pretender vencer era una utopía, mantener radiante como el sol nuestro honor nacional era una obligación heroica. Bolognesi contestó: DECIDLE A VUESTRO JEFE QUE SIENTO ORGULLO DE MIS OFICIALES QUE TENGO DEBERES SAGRADOS QUE CUMPLIR Y QUE PELEAREMOS HASTA QUEMAR EL ULTIMO CARTUCHO.
Al día siguiente, el 7 de junio de 1880, el ejercito chileno emprendió el asalto. Tomaron los cañones y cayó Bolognesi quemando el ultimo cartucho. Alfonso Ugarte se arrojaba al mar para no ver hecha girones el amado bicolor, Inclán Moore, Arias, Varela, Zavala, Saenz Peña, La Torre y otros héroes, volaban a la eternidad. Perdimos, porque vencer era imposible, pero dimos al universo un ejemplo de heroísmo que nadie objeta. No importa que los chilenos hayan ganado Arica, lo importante es que ha quedado incólume el honor nacional, por eso, cuando el clarín de la guerra nos llame a defender nuestra soberanía seguiremos la actitud valerosa de los Héroes de Arica, vivando al Perú.
Desde entonces, cada año, en esta misma fecha, nuestras Fuerzas Armadas hacen el juramento de fidelidad a nuestra bandera. Por eso, el 7 de junio también es reconocido como el Día de la Jura de la Bandera.
En esta ocasión de relievante patriotismo, estamos comprometidos más que a lanzar palabras, guiados por la enseña roja y blanca que flamea en el mástil de nuestros corazones.